!No llores por las "VACAS"!
- RMacário
- 22 oct 2020
- 3 Min. de lectura
Un sabio, viajaba con su discípulo y al pasar en un pueblecito muy remoto, paró en una humilde casita y preguntó a su dueño si podían allí pasar la noche. El dueño de la casa, excusándose por la pobreza, os acogió de una manera mui hospitalera junto a su familia.
A la hora de la cena, se puso en la mesa un pequeño pedazo de queso, unos panecillos duros y una sopa de un tipo de hierba que los huéspedes desconocían.
Después de cenar, chalaran por un buen tiempo y el anfitrión con su familia estaban maravillados con tantas historia que aquel hombre les contaba.
¿Dónde viene vuestro sustento? Preguntó el sabio.
Al que le contesta el anfitrión, que el todo sustento de la familia venía de la leche que su única vaquita producía. Parte ellos consumían y la otra parte vendían para comprar otros alimentos y cosas necesarias.
El sabio se calló reflexivamente por unos momentos y charlaran un rato más antes de acostarse.
Muy temprano el sabio se despierta, llama a su discípulo, pone algún dinero en la mesa y una nota con algunas palabras escritas. Al marcharse, ve hasta el corral donde estaba la vaca, la ata con una cuerda y fuérzala hasta que se cae en un precipicio.
Su discípulo, des creyente de lo que presenció, se irrita con su maestro y le dice:
¡Hombre insensible y malo!
¿Has escuchado ese pobre hombre decirnos que la vaca era su único sustento y para pagar todo bien que nos ha hecho esa familia, tú les mata la vaca?
El sabio no le hace caso.
Al que le chilla:
¿Estás loco o qué?
Me paso de ti. No quiero ser discípulo de un hombre vil como tu.
Cada uno se fue por su camino y se pasaron muchos años.
El que había sido discípulo, ya mayor se tornó un grande sabio y viajando cerca de aquella región, resolvió investigar cual había sido el triste fin de aquella familia.
Cuando llegó al lugar, ya no era un pueblecito, más una villa muy hermosa, prospera, con mucho comercio, muchas casas suntuosas, gente bonita y bien vestida en la calle y eso le dejó admirado.
Tomando un café, preguntó al camarero quien era el responsable por hacer de aquel pueblecito una tan hermosa villa.
El camarero apunto a una linda mansión y le dijo:
El dueño de aquella casa.
Apresurado acabó con el café y luego bate a la puerta que luego se abre y un hombre que aparentaba ser el mayordomo le atiende.
Me gustaría hablar con el dueño de la casa.
Informa el que había sido discípulo.
El empleado hace señal para que se siente y minutos más tarde llega un anciano sonriente y amable y le pregunta en que él podía ser útil.
El sabio admirado, reconoce el rostro de aquel anciano y se da cuenta de que era aquel que los había hospedado había años.
El sabio le cuenta quien es y le pregunta cómo se había podido cambiar de vida de aquel modo.
Al que el anciano, emocionado, le cuenta:
Aquel día que recibimos a vosotros en nuestra casita, fue un día muy feliz, pues había años que nadie nos visitaba. Sin embargo, en el día siguiente pasó una gran tragedia, pues el corral se había quedado mal cerrado, la vaca se escapó y se cayó en el precipicio.
Sin saber lo que sería de nosotros, fui corriendo a casa y llorando conté a mi familia el suceso y en medio a esa desesperación encontré el dinero que vosotros nos había dejado y la nota que su maestro me había escrito.
Aquellas palabras fueron una señal de que no era nuestro fin y siguiéndolas comenzamos a trabajar, ahorrar, invertir, comercializar y esa villa es el fruto de todo eso. Aquí mi familia creció y cuando yo me vaya, dejaré una gran herencia para mis hijos nietos y bisnietos.
El que había sido discípulo, estaba boquiabierto e intentaba comprender como pudo pasar todo eso. Después de un tiempo callado, interroga al anciano:
¿Cuáles palabras te ha escrito mi ex maestro?
Al que le contesta el anciano:
“1. No te lamentes por una cosa perdida, pues hay todo un universo a ser descubierto y conquistado.
2. Antes de tentar comprender los PORQUES, esfuérzate y trabaje con sabiduría para que ellos se conviertan en PARA QUE.
3. No mal juzgue a un suceso antes que haya tiempo suficiente para que se vean los resultados.”
Autor desconocido
A veces uno paraliza a su vida lamentándose por la VACA que perdió y no se da cuenta que los campeones son forjados en medio a superación de derrotas.
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