¿Qué tienes ahí? ¿Limones?

Cuéntanos la anécdota que un hombre desempleado se candidateó a una plaza de limpiador en Microsoft. Aprobado en todas las pruebas, la seleccionadora le pide sus datos y nota que le falta el Email. El hombre le contesta que no tiene email y la seleccionadora lo descarta, pues, para trabajar en Microsoft hay que tener email.

El hombre, desolado, sal a la calle sintiendo el peso de la derrota e sus espaldas y la responsabilidad de llevar algún dinero a casa le hace comprar sus últimos cinco euros en limones que divide en cinco paquetes e revende en la calle obteniendo un poco de beneficio.

Aquel día vuelve a casa con cincuenta euros y repite eso muchos otros días, montando una banca de frutas, después una frutería y algunos años después tenía una gran red de supermercados.

Un día, al final de una negociación, el vendedor de mercancías le pide su email y le contesta que no tiene.

El vendedor, perplejo, no entiende como un dirigente de una cadena de supermercados no posee email y le dice.

¿Si has llegado a eso sin email, tienes idea de dónde estaría si lo tuviera?

Al que el hombre le contesta al vendedor.

Tengo sí.

Yo estaría en Microsoft como limpiador!

Esa ficticia anécdota retrata que no tenemos total control sobre ciertos resultados, mas, somos los responsables en decidir cuales acciones serán tomadas después de ellos.

Nuestro personaje supo hacer “una limonada” de los “limones” que la vida le ofreció y esto se hizo con dos habilidades intrapersonales.

1- Enfoque a un objetivo final y no a resultados previos.

El objetivo del hombre era dar sustento a su familia y mismo teniendo los primeros resultados desfavorables, mantuvo una actitud proactiva delante del aparente fracaso.

2- Visión creativa dirigida a posibles oportunidades.

Quien ya fue rechazado para un puesto de trabajo, sabe cómo uno se siente, la auto estima muchas veces llega a cero.

Todavía nuestro amigo, vio que el “limón” era una buena oportunidad para al menos mejorar aquel día.

“Si la vida te ofrece limones, hágase una buena limonada!”